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| Fotografía tomada de internet |
Dormir es una de
las principales cosas que el ser vivo disfruta debido a que el cuerpo descansa
durante el sueño, estado fisiológico de autorregulación, para poder realizar
las actividades del día a día sin problemas. Sin embargo, la falta de sueño o
somnolencia, así como también, los trastornos del sueño pueden ser
perjudiciales en nuestra vida.
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La
falta de sueño puede llevar a una persona a cometer errores durante el día
debido a la poca energía y concentración, hacer las labores diarias pueden
conducir a accidentes si no se está consciente de lo que se está realizando.
Otra característica es el cambio de humor, una persona puede sentirse irritada,
con ansiedad, triste, pesimista, etc. También se pueden presentar dificultades
de memorización.
En cambio, los
trastornos del sueño afectan el ciclo o fases que presentan las personas al
pasar de la vigilia al sueño. Entre los más comunes están el síndrome de apnea
del sueño, insomnio y sonambulismo. Cada uno cuenta con características
diferentes, lo que hace que su gravedad varíe.
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El
Síndrome de Apnea-Hipopnea durante el Sueño (SAHS) se presenta cuando la vía
respiratoria se estrecha, se bloquea o se vuelve flexible, la respiración del
paciente se reduce o se detiene durante un lapso mayor a 10 segundos provocando
un colapso. Por lo general, la respiración vuelve a la normalidad, a
veces con un ronquido fuerte o con un sonido parecido al que una persona hace
cuando se atraganta. El trastorno se considera leve cuando las pausas ocurren
entre 10 y 20 veces por hora; es moderado si ocurre entre 20 y 30 veces por
hora; y se considera severo cuando son más de 30 veces por hora. Este trastorno
se presenta con mayor frecuencia en hombres que en mujeres. Las personas con
sobrepeso y obesidad son mucho más propensas a sufrirlo.
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El Insomnio es el trastorno que dificulta la posibilidad de
dormir, es decir, un paciente que presenta insomnio difícilmente consigue el
sueño, y si lo hace, se despierta por la noche perdiéndolo o despierta temprano
por la mañana. Este se clasifica dependiendo de la duración del problema. Si
dura menos de 4 semanas se considera agudo, si dura entre 4 semanas a 6 meses
se considera subagudo, y por último, si dura más de 6 meses el insomnio es
crónico. Algunas causas que lo generan son: estrés temporal o crónico, las
condiciones físicas del área donde se descansa, hábitos irregulares del sueño,
consumo de sustancias como café, té y alcohol, efectos secundarios de
medicamentos, etc.
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El Sonambulismo es otro trastorno de sueño,
mientras los pacientes se encuentran profundamente dormidos suelen realizar
actividades motoras automáticas (como caminar, tomar objetos, sentarse, entre
otros) que pueden ser sencillas o complejas, siempre y cuando no requieran
demasiado esfuerzo. Las personas sonámbulas permanecen inconscientes durante
este trastorno, es imposible comunicarse con ellos, tienen los ojos abiertos
pero no logran ver de la misma manera que estando despiertos, vuelven a la cama
por su cuenta y no se corre ningún problema si se intenta despertar a un
paciente sonámbulo. Es más frecuente en niños y adolescentes. Su causa es
desconocida y no existe ningún tratamiento eficaz.
Así como estos hay muchos otros problemas, es importante
dormir al menos 8 horas al día y llevar una vida con tranquilidad. El sueño
representa una función vital debido a que: el ser humano no puede vivir sin
dormir, tres días sin hacerlo puede conducir a alucinaciones y el porcentaje de
contraer alguna enfermedad psicológica aumenta; el sueño repara y autorregula
el cuerpo para empezar como nuevo al despertar; es fisiológicamente necesario.
Si notas alguna irregularidad al momento de dormir, haz cita con tu médico, una
enfermedad puede volverse grave si no se detecta a tiempo.
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